Aunque el ciclo del agua sea un proceso hidrológico natural, para que podamos ofrecer nuestros camiones cisterna de agua potable en Málaga también es necesario que todos seamos responsables con su uso. Estamos hablando de un bien escaso que hay que cuidar, y por ello vamos a repasar las etapas que tiene, ya que aparte de ser indispensable para la vida, no es algo ilimitado.
Y es que esto que se produce en la naturaleza de forma tan básica es, en realidad, algo que se aprende desde bien pequeños para no alterar el equilibrio de este suceso. Te mostramos aquí lo más fundamental que conviene recordar para esta pequeña labor didáctica.
Qué es el ciclo hidrológico
El ciclo del agua, también conocido como ciclo hidrológico, es el proceso natural de circulación y transformación del agua en el planeta Tierra. Este desarrollo global es una buena muestra de su importancia para todo nuestro entorno, ya que conforma nubes, tierra y océano. Por eso, mantener limpio y cuidado nuestro entorno afectará a la calidad del agua que después podemos disponer en nuestro globo terráqueo. No solo eso, sino que también intervienen los distintos ecosistemas para que se lleve a cabo, lo que consolida aún más la importancia de cuidar todo el medio ambiente.
Cuáles son las etapas del ciclo del agua
Para entender mejor cómo funciona el ciclo del agua, vamos a ver cuáles son sus fases: evaporación (y transpiración), condensación, precipitación, infiltración y escorrentía.
Evaporación
Esta transformación se inicia cuando el agua se evapora: es decir, cuando experimenta el cambio en uno de sus estados, pasando del líquido al gaseoso. Así, el calor del Sol produce la evaporación constantemente hacia la atmósfera de toda el agua existente en océanos o superficie terrestre. Por otro lado, tanto las plantas con su transpiración como los animales con su sudoración también propician que este vapor de agua suba hacia la atmósfera. Así, a todo ese vapor que queda en el ambiente se le conoce como humedad.
Condensación
El segundo paso del ciclo hidrológico es la condensación, donde tiene lugar el paso del agua de su estado gaseoso a líquido. Esta fase es en la que se forman las nubes gracias al enfriamiento del vapor de agua que ha subido a la atmósfera a través de la evaporación. Básicamente, se concentra en pequeñas partículas y, dada su densidad, se rompe su estado de equilibrio volviéndose a transformar en agua líquida. Las corrientes de aire (viento) las trasladan hasta dar lugar a la siguiente etapa.
Precipitación
Esta tercera etapa del ciclo del agua consiste en que el agua condensada que estaba en la atmósfera regresa a la superficie. Este fenómeno se produce cuando una nube se llena de agua líquida y cae del cielo: lo que todos conocemos como lluvia o precipitaciones. No obstante, en función del clima en determinadas regiones (en las que imperen las bajas temperaturas), se puede tratar de granizo, nieve o escarcha en lugar de lluvia, lo que daría lugar a la transformación del agua del estado líquido al sólido. En cualquiera de los casos, una vez reposada esta se deshelaría (pasando de sólido a líquido), experimentando así el proceso de fusión.
Infiltración
Este retorno del agua a la superficie hace que penetre en el suelo, en la fase que se conoce como infiltración. Por un lado, hay una parte de esta agua que permanece de forma aparente en la superficie, lo que es aprovechado por los ecosistemas terrestres como la propia naturaleza y los seres vivos. Por otro lado, nutre de nuevo a los océanos. Y finalmente, otra parte se filtrará en el suelo hasta llegar a lo que se conoce como capa freática: un manto interno rocoso subterráneo en el que se almacena el agua (humedad del suelo). Cuando estos depósitos de agua subterráneos (acuíferos) se desbordan, dan lugar a manantiales que devuelven el agua a su corriente fluvial.
Escorrentía superficial
La última de las etapas del ciclo del agua también es bastante visible, ya que consiste en el desplazamiento del agua a través de la superficie de la tierra. Este recorrido tiene lugar gracias a los distintos accidentes del terreno, siendo siempre cuesta abajo debido a la gravedad, y llegando así a ríos, lagos, mares y océanos. Este proceso es el que genera la erosión tan fundamental para que se produzcan los agentes geológicos, además de transportar distintos sedimentos.
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Como has podido ver, el ciclo del agua es indispensable para el mantenimiento de la vida en la Tierra. Un bien imprescindible para todos los seres vivos y que en Aquatrans te suministramos atendiendo cualquier urgencia de agua en tiempo récord. Pero también es importante seguir consejos para no malgastar el agua, ya que todo ello contribuirá a que podamos preservar este importante equilibrio.